Ya en el avión me percaté que olvidé la pila de mi cámara, la dejé recargando!!!!, Eso sí que me cayó como balde de agua helada, para mi mala fortuna el vuelo se demoró, por lo tanto no alcancé a llegar a mi cita de trabajo, mi ánimo estaba en el suelo.
Como era viernes y había que esperar hasta el lunes para mi cita, decidí irme al mar, La Ceiba es un ciudad a 3 horas de San Pedro Sula, así que tomé carretera al Caribe Hondureño, no sin antes buscar la batería de mi pila por todo San Pedro, visité al menos 7 establecimientos, mi fracaso fué rotundo, por si fuera poco empezó a llover de una forma nunca vista por mis ojos, parecería que el cielo se unía a mi pena.
Manejé por más de 3 horas!¡, bajo una lluvia copiosa, no cesó en ningún momento.
Por desgracia el radio solo conseguía sintonizar 2 estaciones, ambas de música cristiana,........alabanzas a Jesucristo a ritmo de regetón, rock, salsa y banda, salpicaron de cierto humor el camino.
Durante el fin de semana la lluvia no paró, mis ánimos tampoco, más el mar picado y sin sol, suele ser deprimente!.
Decidí planificar qué hacer para no quedarme en el hotel. Finalmente me fuí a el río Cangrejal, un bello lugar con una caminata ecológica. Hay que entrar por un puente colgante, la espesa vegetación a mi favor la cual hacía las veces de paraguas, recorrí por varias horas cuesta arriba hasta toparme con una bella cascada y descubriendo todo tipo de caprichosas plantas y árboles, hasta llegar a una cascada de más de 60 metros de altura, la cual me fué imposible retratar ya que la intensa lluvia no lo permitió.....mas si su imaginación es buena, los dejo con el gran estruendo que hacía.
Posdata: Gabriel, gracias por prestarme tu cámara, de otra forma no hubiera podido compartir estas imágenes
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